La da’wa en México

México, desde los tiempos coloniales, ha sido ancestralmente un país mayoritariamente católico. Sin embargo, durante las últimas décadas ha habido importantes transformaciones en su panorama religioso, y aunque cerca del 88% de su población sigue profesando esta fe, no se puede subestimar que la oferta religiosa se ha diversificado, incrementando el número de asociaciones religiosas y sus respectivos adherentes ajenos a la tradición católica (Renée, 2002:2), e inclusive fuera del ámbito cristiano. Desde mediados de la década de los noventas, el Islam ha entrado con considerable fuerza en la sociedad mexicana.

La palabra da’wa proviene de la lengua árabe y significa llamado, invitación, convocación y proselitismo; en este sentido, se trata de la actividad llevada a cabo por los musulmanes para dar a conocer los preceptos del Islam entre quienes los desconocen, para propiciar de esta forma su participación dentro de la comunidad islámica o ummah. Los nuevos integrantes de esta sociedad unida por filiación religiosa experimentan una transformación de pensamiento determinada, que convencionalmente se denomina conversión.

La noción de conversión de una religión a otra implica el estudio de manifestaciones diversas que abarcan desde la forma de acercamiento al tema, hasta los aspectos multidisciplinarios que las mismas suponen. Se pueden estudiar la conversión desde el punto de vista psicológico convertido, la política proselitista del invitante o los aspectos socioeconómicos como factores propiciatorios de la misma.